En biología, el
término Fungi (latín, literalmente "hongos") designa a un grupo de organismos eucariotas entre los que se encuentran los mohos, las levaduras y las setas. Se clasifican en un reino distinto
al de las plantas, animales y protistas. Esta diferenciación se debe, entre otras cosas,
a que poseen paredes celulares compuestas
por quitina, a diferencia de las plantas, que contienen celulosa. Se ha descubierto que organismos que parecían
hongos en realidad no lo eran, y que organismos que no lo parecían en realidad
sí lo eran, si llamamos "hongo" a todos los organismos derivados del
que ancestralmente adquirió la capacidad de formar una pared celular de
quitina. Debido a ello, si bien este taxón está bien delimitado desde el punto
de vista evolutivo, aún se están estudiando las relaciones filogenéticas de los
grupos menos conocidos, y su lista de subtaxones cambió mucho con el tiempo en
lo que respecta a grupos muy derivados o muy basales. Los hongos se
encuentran en hábitats muy
diversos: pueden ser pirófilos (Pholiota carbonaria) o coprófilos (Psilocybe coprophila). Según suecología, se
pueden clasificar en cuatro grupos: saprofitos, liquenizados, micorrizógenos y parásitos. Los
hongos saprofitos pueden ser sustrato específicos: Marasmius buxi o no específicos: Mycena pura. Los
simbiontes pueden ser: hongos liquenizados Basidiolichenes: Omphalina ericetorum y ascolichenes: Cladonia coccifera y hongos micorrízicos: específicos: Lactarius torminosus (solo micorriza con abedules) y no
específicos: Hebeloma mesophaeum. En la mayoría de los casos, sus representantes
son poco conspicuos debido a su diminuto tamaño; suelen vivir en suelos y juntos a materiales en descomposición y como simbiontes de plantas, animales u otros hongos. Cuando
fructifican, no obstante, producen esporocarpos llamativos
(las setas son un ejemplo de ello.
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